Historia de los Humanos Mecánicos

Tamaulipas.Originalmente había escrito un extenso articulo en este post, sin embargo dada su importancia tecnológica, decidí abrir  mejor un nuevo hilo para organizar  los datos y asi dejar en un solo espacio todo lo referente a lo que seguramente dominará el mundo.

Decía que el término “robot” fue utilizado por primera vez por Karel Capek (en su obra de teatro “R.U.R.”(“Rossum’s Universal Robots”, en español “Los robots universales del Rossum”) (escrita en colaboración con su hermano Josef) y publicada en 1920. 

De acuerdo a diferentes portales de la internet, la palabra “robot” viene del vocablo checo “robota” que significa “trabajo”, en el sentido de la obligatoriedad, entendido como servidumbre, trabajo forzado o esclavitud, en referencia sobre todo a los llamados “trabajadores alquilados” que vivieron en el Imperio Austrohúngaro hasta 1848. 

Este concepto coincide con la terminología “amo-esclavo” de los robots actuales, cuando sus unidades basan cada movimiento en una orden humana. 


En la obra teatral  “R.U.R.” se desarrolla el concepto de la fabricación en línea ejecutada por robots humanoides, tanto desde el punto de vista narrativo como filosófico. 

RUR

Años más tarde dicha novela fue adaptada al cine en la película “Metrópolis” y el término robot quedó fijado para ese significado.
Aunque los robots de Capek eran humanos artificiales orgánicos, la palabra robot es casi siempre utilizada para referirse a humanos mecánicos. 


El término androide puede referirse a cualquiera de éstos, mientras que un cyborg (“organismo cibernético” u “hombre biónico”) es una criatura combinación de partes orgánicas y mecánicas .



Colosos de Memnón
Hacia el año 1300 a. C., Amenhotep, hijo de Hapu, hace construir una estatua de Memnón, rey de Etiopía, que emitia sonidos cuando la iluminaban los rayos del sol al amanecer. 

Los egipcios desarrollaron modelos matemáticos muy avanzados y construyeron automatismos muy sofisticados, como el reloj de agua. 


Se tiene constancia de la existencia del ábaco ya entre el año 1000 y 500 a d C, aunque existen dudas sobre si fue en Babilonia o en China dónde fue inventado. 


Este ingenio matemático permitió el desarrollo de la computación y la inteligencia artificial que fueron desarrollándose paralelamente al interés por los automatismos y el diseño de máquinas imitadoras del ser humano.

Adan
En la mitología judeocristiana, reflejada en la Biblia, Adán puede ser considerado por como el primer autómata de la historiaDios lo creó a partir de un material moldeable (barro), después lo programó y le dio las primeras instrucciones. 

La mitología griega contiene asimismo referencias sobre la vida artificial:


Prometeo creó el primer hombre y la primera mujer con barro y les dio vida mediante el fuego celeste. 



pigmalion
Pigmalión, rey y sacerdote mitológico, descubrió como Galatea, una de las estatuas que había esculpido, tomaba vida, desvelando con ello el interés atávico del ser humano por los autómatas. 
Ovidio lo narra así en su mitología:

“Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente…creyendo que se engañaba volvió a tocar la estatua otra vez, y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones…” 


En la mitología romana, Vulcano construye ingenios mecánicos que utiliza como sirvientes; mientras que en la hebrea el Gólem cobra vida con una combinación de palabras en el contexto de la magia cabalística.

Un gólem es, en el folclore medieval y la mitología judía, un ser animado fabricado a partir de materia inanimada (normalmente barro, arcilla o un material similar). 



Antecedentes Históricos
Antes de seguir teorizando sobre la moralidad o las buenas acciones a favor de las tecnologías robóticas, hagamos una revisión de algunos de los antecedentes históricos que describen a las entidades artificiales.

Sin lugar a dudas , son documentos probatorios de que ya en tiempos antiguos, existían seres mecánicos sumamente avanzados.

En el año 1500 a. C., Amenhotep, hermano de Hapu, construye una estatua de Memon, el rey de Etiopía, que emitia sonidos cuando la iluminan los rayos del sol al amanecer.

robots

King-su Tse, en China, en el 500 a. C. inventa una urraca voladora de madera y bambú y un caballo de madera que saltaba. 

Entre el 400 y 397 a. C., Archytar de Tarento construye un pichón de madera suspendido de un pivote, el cual rotaba con un surtidor de agua o vapor, simulando el vuelo. Archytar es el inventor del tornillo y la polea. 


En el año 206 a. C., fué encontrado el tesoro de Chin Shih Hueng Ti consistente en una orquesta mecánica de muñecos, encontrada por el primer emperador Han.


En el año 62 Heron de Alejandría describe múltiples aparatos en su libro "Autómata". Entre ellos aves que vuelan, gorjean y beben. 


Todos ellos fueron diseñados como juguetes, sin mayor interés por encontrarles aplicación. Sin embargo, describe algunos como un molino de viento para accionar un órgano o un precursor de la turbina de vapor.

Hefesto

En el siglo VIII a. de C., Homero, en su célebre  Ilíada  ya describe a sirvientes mecánicos dotados de inteligencia construidos por Hefesto, el dios de la metalurgia. 


En Roma existía la costumbre de hacer funcionar juguetes automáticos para deleitar a los huéspedes. Trimalco ofreció en su famoso banquete, pasteles y frutas que arrojaban un chorro de perfume cuando se hacía una ligera presión sobre un priapo de pasta, en cuyo regazo estaban colocados pasteles y frutas.


También de este período son otros autómatas, de los que hasta nuestros días sólo han llegado referencias no suficientemente documentadas, como el hombre de hierro de Alberto Magno (1204-1282) o la cabeza parlante de Roger Bacon (1214-1294). 
automatic man

En el año 1235, Villard d’Honnecourt escribe un libro con bocetos que incluyen secciones de dispositivos mecánicos, como un ángel autómata, e indicaciones para la construcción de figuras humanas y animales.

Durante los siglos XV y XVI algunos de los más relevantes representantes del renacimiento se interesan también por los ingenios descritos y desarrollados por los griegos.


león mecánico
Es conocido el León Mecánico construido por Leonardo Da Vinci (1452-1519) para el rey Luis XII de Francia, que se abría el pecho con su garra y mostraba el escudo de armas del rey. En España es conocido el hombre de palo construido por Juanelo Turriano en el siglo XVI para el emperador Carlos V. Este autómata con forma de moje, andaba y movía la cabeza, ojos boca y brazos.

Otro ejemplo relevante de la época fue el Gallo de Estrasburgo que que funcionó desde 1352 hasta 1789. Este es el autómata más antiguo que se conserva en la actualidad, formaba parte del reloj de la catedral de Estrasburgo y al dar las horas movía el pico y las alas.


Gallo de Estrasburgo
Entre el 400-350 a. de C., Archytas de Tarentum contruyó un pájaro automático. 

Entre 262-190 a. de C., Apolonio de Perga inventó una serie de autómatas musicales impulsados por agua. Ctesibio también construyó autómatas musicales, cuya sonido lo creaba el paso del aire a través de diversos tubos.


Durante los siglos XVII y XVIII se crearon ingenios mecánicos que tenían alguna de las características de los robots actuales. 


Estos dispositivos fueron creados en su mayoría por artesanos del gremio de la relojería. Su misión principal era la de entretener a las gentes de la corte y servir de atracción a las ferias. 


Estos autómatas representaban figuras humanas, animales o pueblos enteros. Así, en 1649, cuando Luis XIV era niño, un artesano llamado Camus (1576-1626) construyó para él un coche en miniatura con sus caballos, sus lacayos y una dama dentro y todas las figuras se podían mover perfectamente. Salomón de Camus también construyó fuentes ornamentales y jardines placenteros, pájaros cantarines e imitaciones de los efectos de la naturaleza.

Pato Mecánico
Según P. Labat, el general de Gennes construyó en 1688 un pavo real que caminaba y comía. Este ingenio pudo servir de inspiración a Jacques de Vaucanson (1709-1782) para construir su increíble pato mecánico que fue la admiración de toda Europa. 

Según Sir David Brewster en un escrito de 1868, describe este pato diciendo que es "la pieza mecánica más maravillosa que se haya hecho". 
El pato alargaba su cuello para tomar el grano de la mano y luego lo tragaba y lo digería. Podía beber, chapotear y graznar, y también imitaba los gestos que hace un pato cuando traga con precipitación. 

Los alimentos los digería por disolución y se conducía por unos tubos hacia el ano, donde había un esfínter que permitía evacuarlos.


Vaucanson también construyo varios muñecos animados, entre los que destaca un flautista capaz de tocar melodías. 


El ingenio consistía en un complejo mecanismo de aire que causaba el movimiento de dedos y labios, como el funcionamiento normal de una flauta. 


Por instigación de Luis XV, intento construir un modelo con corazón, venas y arterias, pero murió antes de poder terminar esta tarea.


Las civilizaciones antiguas como la china también disponían de sus propios autómatas y mecanismos automáticos, como el construido en el siglo II por Zhang Heng, que era un detector de terremotos que señalaba la dirección del epicentro. Su intrincado funcionamiento lo explicaria Antoni Escrig en su libro El reloj milagroso.


En Japón, construyeron un tigre que soplaba y se hacía servir como abanico. Se publicó no hace mucho el Karaturi kimon kaganigusa, un tratado sobre la tecnología de los autómatas. Construyeron muñecas capaces de moverse en todas las direcciones y de llevar una taza de té o de sake a su amo.



automatic
Lo más parecido a nuestros autómatas, quizá, fue el escribano automático de Pierre Jacques-Droz, de 1774, pues no tiene un comportamiento totalmente definido, sino que es parcialmente programable: moja la pluma en un tintero y escribe una verdadera carta, compuesta por una cincuentena de caracteres que pueden ser decididos por el usuario.

O, si somos justos, recordemos el pato de Vaucanson. Un gracioso pato de cobre que es capaz de nadar, aletear, beber agua, comer grano extendiendo el cuello y moviendo la papada. 


Después digiere lo que ha comido mediante reacciones químicas que simulan las que acontecen en nuestro cuerpo y, al final, defecan. Tiene más de ochocientas piezas articuladas.


Y es que desde el siglo III a.C. surgió en Alejandría una escuela de científicos que crearon sofisticadas máquinas, incluidos autómatas que imitaban los movimientos de seres vivos. Herón fue el más célebre de estos inventores.


El interés de los griegos por estos mecanismos se remonta muy atrás en el tiempo; por ejemplo, ya Homero habla en la Ilíada de los autómatas creados por Hefesto, el dios del fuego y la forja. 


Sabemos, asimismo, que existieron obras que se ocupaban de estas materias, pero casi todas se han perdido, por lo cual sólo conocemos los logros de los inventores más antiguos por las anécdotas que se cuentan sobre ellos. 


Es el caso del primer inventor documentado, el pitagórico Arquitas de Tarento que entre los siglos IV y III a.C. compaginó la dedicación a la matemática teórica con la ingeniería, como hicieron muchos de los grandes inventores griegos. 

Arquitas se le atribuían, además de la invención del tornillo, la fabricación de una paloma de madera que llegó a volar y que «se sostenía por contrapesos y se movía a base de aire encerrado dentro».


En Alejandría, Ctesibio construyó el primer órgano hidráulico y el primer reloj de agua preciso, y también fue el primero en emplear la fuerza del aire y del agua a presión en sus mecanismos. De él derivan probablemente muchas de las ideas básicas desarrolladas por su discípulo Filón de Bizancio y, más tarde, por Herón de Alejandría en el siglo I d.C.


A principios del siglo III a.C. se organizaron procesiones que «iban precedidas por un caracol mecánico que se movía por sí mismo y que escupía baba», según recoge el historiador Polibio (aunque hay quien interpreta que lo que escupía era agua perfumada). 


El rey Ptolomeo II Filadelfo, por su parte, organizó en Alejandría una gran procesión dionisíaca en la que, según Ateneo, participaron, ricamente ataviados a expensas del rey, cortejos de silenos, sátiros, victorias con alas de oro, niños con incienso y mirra, bacantes… y un autómata que representaba a Nisa, la ninfa que amamantó a Dioniso, sentada en un carro. 


La figura, de unos dos metros de alto, iba «revestida con una túnica amarilla con bordados de oro y envuelta en un manto laconio. Se ponía en pie mecánicamente, sin que nadie le acercara las manos, y tras hacer una libación de leche con una pátera de oro, se sentaba de nuevo. En la mano izquierda llevaba un tirso atado con vendas, y portaba una corona de hiedra de oro y racimos de piedras preciosas muy valiosos».


Hace cientos de años, numerosos pensadores y científicos ya ideaban ciertas máquinas capaces de imitar comportamientos y  movimientos humanos: los autómatas. Estos instrumentos son definidos por la RAE como: : Máquina automática programable capaz de realizar determinadas operaciones de manera autónoma y sustituir a los seres humanos en algunas tareas, en especial las pesadas, repetitivas o peligrosas; puede estar dotada de sensores, que le permiten adaptarse a nuevas situaciones.


En el Siglo III a.CArquímedes ideó los primeros sistemas de poleas y palancas, además múltiples inventos que luego serían usados para las guerras, como catapultas, así como el conocido como el Tornillo de Arquímedes, que se trataba de un ingenioso mecanismo utilizado para sacar agua de los pozos. Incluso fue capaz de concebir los  primeros mecanismos dotados para actuar como si de brazos y manos humanas se tratase.


Herón es considerado el primer gran inventor, ya que concibió un gran número de autómatas, la mayoría con fines religiosos y de los cuales nunca reveló el secreto de su funcionamiento: desde impresionantes mecanismos que abrían y cerraban automáticamente las puertas del templo, a través del agua y la presión, hasta una máquina de aplicación litúrgica accionada con monedas. 


Sin embargo de todas sus invenciones, habria que destacar Los pájaros de Herón: Según describe, en el año 62, en su libro “Autómata”, fueron aves que volaban, gorjeaban y bebian Fueron máquinas que funcionaban de manera automática.


Se dice que el primer robot creado en el historia resulto ser por un ingeniero del siglo IV antes de Cristo llamado Herón de Alejandría. A las creaciones de este ingeniero, se les llamaba los Autómatas de Herón.

El autómata de Da Vinci

Al respecto  podemos mencionar a los replicantes mecánicos, tales como el autómata humanoide diseñado por Leonardo da Vinci alrededor del año 1495.


En efecto, Leonardo Da Vinci dio los primeros pasos para la creación del primer androide. Bien es cierto que Da Vinci siempre fue un entusiasta de la anatomía, y la estudió hasta conocer a la perfección el cuerpo humano, tal y como se puede apreciar en su ‘Hombre de Vitruvio’


Pero este autómata trascendió todo estudio del cuerpo humano, lo llevó a otro nivel, a uno muy superior a todo lo hecho en la historia anteriormente.
Las notas de diseño para dicho robot aparecieron en unos cuadernos de bocetos redescubiertos en los años 1950, donde el robot fue un guerrero vestido con una armadura medieval germano-italiana, que aparentemente era capaz de hacer varios movimientos parecidos a los de los humanos. 
En estos movimientos se incluían sentarse, mover los brazos, el cuello y la mandíbula de una forma anatómicamente perfecta. 

Se interpreta que tambien fue fruto de la investigación anatómica de Leonardo en el canon de proporciones que muestra  el Hombre de Vitruvio.

En la mitología griega, Talos era un autómata gigante de bronce que protegía a Europa en Creta de los piratas e invasores. Rodeaba las costas de la islas tres veces al día.

Se dice que Talos fue construido por Hefesto a petición de Zeus para proteger a Europa de la gente que quería secuestrarla. En algunas versiones del mito, Talos es forjado por el inventor Dédalo.
En 1540, el artesano Giannello Della Torre construyó para el emperador Carlos V un mecanismo con la forma de una joven que tocaba el laúd.

 La máquina caminaba en línea recta y en círculo, tocaba de verdad el laúd pulsando las cuerdas, y giraba la cabeza para mirar en derredor. 

Isaac y Salomón Caus se hicieron famosos por su pájaro mecánico que, sobre una rama, cantaba gracias a un mecanismo hidráulico. Luis XIV encargó al inventor alemán Gottfried Hautsch construir soldados mecánicos en movimiento, para los juegos del Delfín en Francia.

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